El lenguaje tiene una doble vertiente, la expresiva, la receptiva, cada una de las cuales tiene, a su vez, diferentes elementos que la constituyen.

palabra en frases (nivel sintáctico) y de frases en un lenguaje más complejo (nivel lingüístico).

LA RECEPCIÓN SE REALIZA EN

LA EXPRESIÒN TIENE DISTINTOS NIVELES

La articulación de sonidos aislados (los fonemas) o en sílabas, que corresponden a un nivel motor y práxico. La asociación de sílabas en palabras (nivel fonético), que supone ya la emisión de un continuo de sonidos en un orden definido.

La asociación de DIFERENTES ETAPAS, La audición (nivel periférico), La percepción auditiva (nivel cortical), La decodificación del mensaje y la comprensión verbal. En un nivel más elevado y entre ambas vertientes están situados: El lenguaje interior. La posibilidad de evocación (posibilidad de representar el objeto ausente o la acción pasada).


   






 (ORAL, ESCRITO E INTERIOR).

Hay tres tipos de lenguaje que son: el idioma oído, el pronunciado y el visual.

La pronunciación de las palabras es un carácter general para todos los tipos de lenguaje. Por lo cual Pavlov consideraba que el componente fundamental del Segundo Sistema de Señales son los impulsos cinéticos que llegan al analizador motor verbal desde los órganos del lenguaje.

El lenguaje visual permite ampliar las condiciones de relación. El lenguaje visual se puede manifestar en tres tipos: cuando se lee para sí, en voz alta y cuando se escribe (el lenguaje escrito).

En el lenguaje oral, cuando hablamos debemos preparar la pronunciación de un sonido al mismo tiempo que pronunciamos el precedente, o sea la pronunciación en voz alta exige una especie de preparación anterior.

El lenguaje escrito influye grandemente en el desarrollo del lenguaje oral, se desarrolla después del oral sobre la base de éste último.

Para dominar el lenguaje escrito es necesario aprender a pasar de un tipo de lenguaje a otro. Para que esto sea posible es necesario un entrenamiento especial, pues el análisis y la síntesis de la palabra sonora y escrita son distintos.

Las investigaciones experimentales han demostrado que el aprendizaje de la lectura tiene tres etapas 

Analítica. El escolar lee letras aisladas y pronto pasa a leer.

Sintética. Los estudiantes con frecuencia se aceleran a sintetizar los elementos de las palabras y as pronuncian en conjunto antes de que hayan percibido todos sus elementos.

Analítico-Sintético. Se regulan los dos lados del proceso y se consigue el paso rápido y exacto de la palabra percibida visualmente a la palabra oral. Esta es la etapa de la lectura de corrido.

El aprendizaje de la escritura tiene tres etapas (datos de Gurianov y Sherbak):

Elemental. El escolar fija su atención principal en los elementos que componen las letras, en cómo debe coordinas los movimientos y utilizar la pluma y el papel.

Literal. La atención se fija principalmente en el dibujo de las letras, mientras que la representación de sus elementos y la observación de las reglas técnicas se automatizan.

Escritura coordinada. La atención se fija principalmente en la unificación de las letras en la palabra, en conservar el aspecto regular y uniforme de las letras por su tamaño, inclinación, situación y distribución en el renglón.

Después aparece una nueva tarea: escribir conforme a las reglas ortográficas.

La forma más desarrollada del lenguaje escrito se alcanza cuando el sujeto puede exponer por escrito sus pensamientos de manera consecuente y coordinada.

Además del lenguaje oral y escrito existe el lenguaje interno o lenguaje para sí mismo. Este se la cubierta de los pensamientos, cuando pensamos sin expresar en voz alta su contenido. El lenguaje interno es la articulación encubierta de los sonidos verbales.

La articulación encubierta del lenguaje envía al cerebro excitaciones originadas en los receptores cinéticos, que aunque son muy débiles, son suficientes para que se desarrolle el proceso normal.



En los últimos años, varias investigaciones se han dirigido a estas cuestiones, tanto por su propio valor como por las luces que arrojan sobre otras áreas del aprendizaje. Han habido innumerables controversia sobre el modo preciso en que se desenvuelve este proceso, pero es posible destacar cuatro componentes que en formar parte de él:

Imitación.-tiene un gran papel en el aprendizaje del lenguaje. Es evidente que los niños aprenden sus primeras palabras por lo común meras etiquetas oyendo e imitando.

Reforzamiento.-es un poderoso medio de aprendizaje. Si la palabra produce resultados favorables, se inclina a repetirlas. Pero el reforzamiento no parece suficiente para explicar la adquisición de la sintaxis.

Estructuras lingüísticas innatas. El lingüista Noam Chomsky (1959), piensa que todo ser humano nace con las estructuras mentales para la adquisición del lenguaje, que permite que el niño procese selectivamente la información lingüística del medio y formule una gramática generativa con la cual produce su lenguaje.

Desarrolló cognoscitivo. subrraya la relación entre el aprendizaje lingüístico y las nociones y conceptos infantiles en desarrollo. Esto dice que las estructuras gramaticales básicas no están presentes en las primeras expresiones verbales, sino que se desenvuelve progresivamente, de lo que los teóricos concluyen que su aprendizaje depende del desarrollo cognoscitivo previo (Bloom, 1970). Así, cada patrón particular de habla no aparecerá antes de que el niño adquiera el concepto en que se funda, y son capaces de expresar sólo los conceptos que ella domina.

El lenguaje no es un objeto de estudio simple, unívoco, cuya descripción y funcionamiento puedan ser explicadas con facilidad. La adquisición del lenguaje implica la coordinación de múltiples aptitudes y funciones y la intervención de numerosos órganos distintos. El lenguaje puede verse desde diferentes ópticas (audiología, neurología, psicología y lingüística), que emplean a su vez distintas estrategias de información e intervención. En el ser humano, el lenguaje oral es el más representativo, pero no el único modo de comunicación. Hemos de valorar la importancia del lenguaje gestual y, por supuesto, del lenguaje escrito, así como de los lenguajes alternativos. La adquisición del lenguaje no es un fenómeno aislado; es simultáneo a otros progresos del niño y toma forma en conductas de comunicación, por lo que hay que tener en cuenta las funciones nerviosas superiores, la interacción con el entorno, los factores sociales y culturales, los afectivos y emocionales, y el pensamiento.

El desarrollo del lenguaje está ligado a la evolución nerviosa cerebral y se produce por la coordinación de los diferentes órganos bucofonatorios. El responsable directo de posibles dificultades en el desarrollo de la adquisición del lenguaje suele ser la falta de maduración o dificultades del sistema nervioso central.

Hemos de considerar el lenguaje como instrumento de representación, y nunca como instrumento independiente. El lenguaje oral permite intercambiar información a través de un sistema específico de codificación.

Desde pequeños percibimos el modelo sonoro e intentamos reproducirlo; imitamos sonidos, palabras y las diferentes formas morfosintácticas hasta llegar a una correcta utilización de código. La riqueza del lenguaje infantil dependerá en buena medida, sobre todo en un principio, del lenguaje utilizado por el medio familiar y sociocultural cercano.

La comunicación verbal suele revestir un significado afectivo, predominante en el niño pequeño. De ahí la clara importancia de un desarrollo emocional adecuado para la adquisición del lenguaje. No hay verdadero lenguaje si no se desea la comunicación con el otro. El desarrollo de aquél se verá afectado sino existe ese otro afectivo y acogedor, esencial en la primera infancia, o si el otro existe de forma patológica.

Lenguaje y pensamiento se desarrollan paralelamente, se influyen mutuamente. En la interacción constante entre pensamiento y lenguaje, la correlación entre desarrollo lingüístico e intelectual es muy importante. La inteligencia es necesaria en el desarrollo del lenguaje ya que se presupone la capacidad de representación mental para su aparición. El lenguaje, por su parte, se enriquece con la maduración intelectual y, a su vez, es básico para el desarrollo intelectual, pues constituye un medio de adquisición y aporta precisión al pensamiento.

En el niño normal, la adquisición de lenguaje se desarrolla con gran regularidad, si bien se han de tener presente las posibles diferencias individuales debidas a diferentes factores, algunos de los cuales acabamos de señalar, o causadas por especificidadesdel pequeño que no son en sí mismas motivo d alerta, aunque deben llevar a una observación más detallada.

Para interpretar adecuadamente el lenguaje oral del niño es imprescindible tener datos evolutivos acerca de su desarrollo. Estos datos son útiles para enmarcar al sujeto en una etapa de evolución concreta, adecuada o no a su edad cronológica.



BIBLIOGRAFIA:

Craig, J. Grage; Woolfolk, E. Anita. (1998). Manual de Psicología y desarrollo educativo. México, Edit. Prentice-Hall Hispanoamericana, Tomo I.

Dale, Philip S. (1992). Desarrollo del lenguaje: un enfoque psicolingüístico. México, Edit. Trillas.

Darley, J. M.; Glucksbers, S. y Kinchla. (1990). Psicología. México, Edit. Prentice-Hall Hispanoamericana.

Davidoff, Linda. (1989). Introducción a la Psicología. México, Edit. McGraw-Hill.


Comentarios